Las juntas espirometálicas están compuestas por una cinta metálica con forma de V, que se enrolla para obtener una espiral y que se combina con un material de relleno blando. La cinta metálica le confiere flexibilidad y una recuperación excepcional, mientras el relleno flexible garantiza un buen sellado.
La combinación de estos dos tipos de materiales convierten a las juntas espirometálicas en un producto ideal para el sellado de fluidos a altas temperaturas (hasta 1000º C) y en condiciones de presión elevadas (hasta 250 Bars), especialmente en instalaciones en las que la presión y la temperatura fluctuan. Pueden trabajar también con temperaturas criogénicas y sin presión. Según lo requiera la aplicación, las juntas espirometálicas pueden fabricarse con o sin anillo interior y/o exterior.